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lunes, 7 de abril de 2014

LAS TORTUGAS NINJA II. Especial del 30 aniversario. Segunda parte.


LAS TORTUGAS NINJA II
Teenage Mutant Ninja Turtles II: The Secret of the Ooze

Michael Pressman, 1991

Ante el éxito avasallador de la primera película de las Tortugas Ninja —ya había comentado en la entrada anterior que, multiplicando por diez su presupuesto en recaudación de taquilla, se le consideraba la película independiente más exitosa de todos los tiempos— una secuela no podía hacerse esperar... y cuando digo esto, casi es literal, pues la segunda parte de la franquicia fílmica apareció apenas un año después que la primera.
    Ha pasado algún tiempo (no queda claro cuánto debido a lo mal hecho del guión) desde que Leonardo, Miguel Ángel, Donatello y Rafael, las cuatro tortugas humanoides parlantes con habilidades en artes marciales, derrotaron al líder del clan ninja de El Pie, Shredder (François Chau). Sin embargo, el maestro criminal no murió —a pesar de haber sido triturado por un camión compactador de basura— sino que sólo quedó terriblemente (maquillado) desfigurado.
    Shredder recurre al profesor Jordon Perry (David Warner, y por favor levantemos la mano todos los que creímos que era Baxter Stockman la primera vez que vimos la peli), científico de la empresa Tecno Global Research Industries, que hace quince años, por error, produjo el líquido mutágeno que creó a las tortugas y a Splinter. Con la ayuda del mutágeno, Shredder crea a dos formidables mutantes, Tokka (una tortuga caimán, interpretado por Kurt Bryant) y Rahzar (un lobo, interpretado por Mark Ginther) quienes serán su instrumento para cobrar venganza sobre las Tortugas.


    Por suerte, los quelonios contarán con la ayuda de su fiel amiga, la reportera April O’Neil (Paige Turco, pues Judith Hoag rechazó repetir el papel), el repartidor de pizzas y artista marcial (WTF?) Keno (Ernie Reyes, Jr), y Vanilla Ice (no, en serio) para hacer frente a Shredder y sus mutantes.
    Esta segunda entrega de las Tortugas Ninja sí tiene un tono mucho más infantil que la primera parte pues los productores se aseguraron de que fuera más accesible para los pequeños espectadores que su predecesora. La violencia es mucho menor y se incluyeron varios gags ramplones al estilo de “dibujo animado”, además de que las Tortugas ya no maldicen (en la primera peli sí gritaban varios “Damn!”). Lo cual, por supuesto, no excusa su pobre manufactura.
    De hecho, un elemento que se ve completamente tomado en la serie de dibujos animados es precisamente la aparición de Rahzar y Tokka, inspirados claramente en los esbirros de Shredder en las caricaturas de los 80: Bebop (un jabalí) y Rocksteady (un rinoceronte). ¿Por qué no usar a los personajes originales?


    Playmates Toys, a diferencia de la primera cinta de las Tortugas Ninja, sí quiso producir figuras de acción basadas en la secuela y encargó a Eastman y al artista de cómics Stephen R. Bissette que desarrollaran dos mutantes nuevos para la película para poder explotarlos a través de las figuras. La línea, conocida como “Movie Star Ninja Turtles” constó de las 4 tortugas (muy difíciles de conseguir, actualmente son artículos de verdadera colección), un Foot Soldier, Super Shredder (de niño siempre me frustró un poco que no hubiera una figura del Shredder normal basada en el diseño de la peli), Splinter, Tokka y Rahzar (para explotarlos como se debe, de estos dos últimos personajes se produjo mayor cantidad de figuras).
    Aunque ni Tokka ni Rahzar (ni Bebop o Rocksteady, para el caso) fueron incluidos nunca en las serie canónica de cómics de las Tortugas, sí fueron personajes populares y aparecieron como jefes en los videojuegos Teenage Mutant Ninja Turtles III: The Manhattan Project (Konami, 1992) y Teenage Mutant Ninja Turtles IV: Turtles In Time (Konami, 1992). Además, aparecieron como “invitados especiales” en un episodio de la serie de dibujos animados (Temporada 7, 1993) y, aunque no se mencionan sus nombres, hacen un cameo en la película de dibujos animados Tortugas para siempre (Burdine y Goldfine, 2009).
    Y ya hacia el final de la peli resulta que con tal de destruir a los Héroes en Caparazón, Shredder se bebe un frasco de mutágeno para convertirse en Super Shredder (quien también se convirtió en el jefe final de los videojuegos arriba mencionados). Sí, se ve padre, lástima que su aparición sea tan breve... y más lástima aún que, si uno se pone a pensarlo, el mero planteamiento de este personaje resulta estúpido. Quiero decir, ¿por qué Shredder se convertiría en un gigantón lleno de picos? ¿¿Por qué un pico de metal mutaría?? ¿¿¿Por qué el metal tendría ADN???


    A pesar de que en general esta cinta es bastante inferior a la primera parte en prácticamente todos los aspectos y se ve que fue hecha a las carreras, ése es el que más salta a la vista: el guión. Está lleno de inconsistencias y omisiones. La mayoría de los diálogos de los personajes son burdos y hay un montón de cosas que parece que se les escaparon a quienes lo escribieron; como ¿si el Prof. Perry había destruido todos los frascos de mutágeno, excepto aquél que se usó para crear a Tokka y a Rahzar, por qué en la disco Shredder aparece con un frasco lleno? ¿Por qué Tokka y Rahzar aparecen por primera vez en pantalla ya vestidos, si acaban de mutar? ¿Por qué todas las rebanadas de pizza en Nueva York son exactamente iguales? Si las Tortugas congelaron el retromutágeno para meterlo en la rosca, ¿cómo siguieron enteros los cubitos después de hornearla? ¡Bah! Ya me puse de cascarrabias, mejor dejarlo por la paz.
    Sólo mencionaré que en el segundo enfrentamiento de las Tortugas contra las bestias mutantes a la botarga de Leonardo se le desabrocha el brazo izquierdo cuando lo levanta para desenvainar su katana, dejando a la vista el brazo del actor.
    Eso sí, quizá utilizaron las mismas botargas de la primera película, pero las máscaras son nuevas. Tienen más articulaciones, lo que les permite una mayor expresividad y los rasgos de los cuatro hermanos se notan más definidos. Desde la primera cinta los artistas de efectos especiales se preocuparon por dotar a cada tortuga de facciones únicas (el rostro de Donatello es más alargado, Rafael tiene los ojos más pequeños, Miguel Ángel tiene ojos más saltones y boca más grande, etc.); pero en esta película lograron acentuarlas más.


    El soundtrack de esta cinta también estuvo conformado por canciones de los artistas del momento, aunque nada demasiado memorable además del Ninja Rap, tema de la peli interpretado por el infame Vanilla Ice (bueno, quizá me ensaño con el pobre hombre… después de todo, pidió perdón por lo que hizo). Me gustan Awesome de Ya Kid-K y Creatures Of Habbit de Spunkadelic. Y por M.C. Hammer no se preocupen, que este mismo año cantó el tema de la película de Los locos Addams (Sonnenfeld, 1991).
    En conclusión, se trata de una secuela bastante inferior a su predecesora. Tiene algunas cosas interesantes, particularmente en el apartado del diseño y a los avances tecnológicos en relación con la primera parte. Lo único que sí me molesta un poco es que los diseños de los villanos mutantes fueron hechos más para ser graciosos que para verse temibles. Digo, incluso en las figuras de acción le cambiaron el color de los ojos a Rahzar para que se viera más feroz.
    Cuando era niño hubo una temporada en la que preferí esta parte a la primera, supongo que por la novedad de los mutantes y el Super Shredder; pero la verdad pasó pronto. Sin embargo, por muy malita que sea esta peli, es muy preferible a la tercera parte...



PARA LA TRIVIA: En 1987, tras el éxito de los cómics y de la incipiente serie de dibujos animados de las Tortugas Ninja, Kevin Eastman y Peter Laird, creadores de los personajes, fueron personalmente a las oficinas de Playmates Toys para negociar una línea de figuras de acción basadas en los reptiles. Los ejecutivos de la compañía juguetera se mostraron muy interesados en dicha licencia, pero dentro de las negociaciones, pidieron a Eastman y Laird que diseñaran más personajes mutantes, pues eran más comerciales que los extraterrestres (en los primeros años de los cómics, las Tortugas se enfrentaron a seres de otras dimensiones y planetas como los Kraang —en el cómics son toda una raza— y los Triceraton mucho antes de enfrentarse a otro animal mutante).

    Así pues, de manera casi improvisada, los artistas bocetearon un rinoceronte humanoide vestido de militar y un jabalí humanoide vestido de punk. Y ya. Ni siquiera les pusieron nombre. El encargado de bautizar a los personajes, de plantear una historia para ellos y dotarlos de personalidad fue David Wise, guionista de la serie de dibujos animados.


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